martes, 10 de agosto de 2010

El mendigo y el extraño

Un mendigo estuvo junto a una carretera durante más de treinta años. Un día, un desconocido pasó por allí.

- Una limosta - Murmuró el mendigo, alargando mecánicamente su gorra de béisbol.

- No tengo nada que darte - dijo el desconocido. A continuación preguntó:- ¿Sobre qué estás sentado?

- Nada - respondió el mendigo - . Sólo es una vieja caja. He estado sentado en ella desde no sé cuándo.

- ¿Has mirado dentro alguna vez? - preguntó el desconocido.

- No - dijo el mendigo -, ¿para qué? No hay nada dentro.

- Echa una mirada - . Insistió el desconocido.

El mendigo consiguió abrir la tapa. Con infinita sorpresa, incredulidad y dicha vió que la caja estaba llena de oro.

Yo soy ese extraño que no tiene nada que darte y te pide que mires dentro. No dentro de una caja, como en la parábola, sino en otro lugar aún más cercano: dentro de tí mismo.

- Del libro "El Poder del Ahora" (Eckhart Tolle) -.




Esa caja puede estar llena de oro o bien puede estar llena de felicidad, amor, dicha... esa caja está llena de fortuna de cualquier índole y está dentro de ti mismo.

La verdadera fortuna no puedes verla fuera de tí, si antes no la has visto dentro.

- Evolet -

No hay comentarios:

Publicar un comentario